UNLP: Apoyo a estudiantes con capacidades diferentes
La Plata - La Universidad Nacional de la Plata (UNLP) puso en marcha un programa para asistir y colaborar con la tarea de aprendizaje de los estudiantes con capacidades diferentes. A partir de un primer relevamiento, los responsables del proyecto trabajan desde comienzo del ciclo 2010 con 6 jóvenes sordo mudos a quienes la Comisión Universitaria de Discapacidad de esta casa de estudios les contrató intérpretes para que asistan a todas las clases junto con los estudiantes. La iniciativa prevé que este sostén se mantendrá durante el transcurso de toda la carrera.
A partir de un relevamiento realizado por La Comisión de Discapacidad de la UNLP se puso en marcha un plan para mejorar las condiciones del proceso de enseñanza-aprendizaje y brindar acompañamiento a estudiantes con discapacidades. Por primera vez y a partir de las tareas de difusión previa comenzaron a estudiar en la UNLP 6 estudiantes acúsicos, 2 de ellos en la facultad de Bellas Artes y los otros 4 en Informática, que avanzan sin inconvenientes en el curso de ingreso.
Los 4 estudiantes de Informática, que se encuentran finalizando el curso de ingreso, hasta el momento contaron con una interprete para todos, pero a partir del inicio de las materias regulares van a tener los traductores necesarios dependiendo de los horarios de cursada y materias en las que se inscriban.
La Comisión Universitaria de la UNLP, que está integrada por un representante de cada facultad y colegio de la Universidad, trabaja desde hace 10 años en afrontar las dificultades que se presentan a las personas con capacidades diferentes. Por eso, en consonancia con esta iniciativa en el año 2002 la UNLP participó en la formación de una Comisión Interuniversitaria por la que se pusieron en red 32 universidades publicas del país, con el fin de facilitar el acceso a la información y a su vez compartir las experiencias. Ahora, la UNLP tiene la coordinación de esta comisión.
De esta manera comenzaron los trabajos intensivos para mejorar la situación en todos los aspectos posibles. En primer lugar, la universidad ofreció a los estudiantes acúsicos la posibilidad de cursar toda la carrera con un interprete, aún quienes tengan obra social y también se está analizando la posibilidad de que todos los empleados de la UNLP que atienden al público, conozcan mínimamente el lenguaje de señas para poder guiar y responder las inquietudes de los estudiantes con esta discapacidad.
A su vez se realizan charlas con los docentes y ayudantes. “Muchas veces no saben de que manera abordar a los chicos con capacidades diferentes y esto puede determinar que transiten, sin intención, la discriminación positiva y negativa”, explicó la directora de la Comisión Universitaria de Discapacidad, Sandra Katz.
A partir de estas medidas llevadas a cabo por la UNLP muchos estudiantes se han acercado a solicitar acompañamiento. “Recibimos muchas colaboración del personal de la facultad y del rectorado, se han puesto a disposición nuestra y los chicos se sienten muy cómodos” contó Bibiana Ramírez, interprete de los estudiantes.
Con el trabajo en conjunto se logró instalar la problemática de la discapacidad en la agenda pública y en la Secretaria de Políticas Universitarias (SPU), que se hizo eco de las demandas de la Comisión y apoyó el proyecto con una partida presupuestaria que será destinada a derribar o mejorar las barreras arquitectónicas que impiden el acceso de las personas con dificultades. Se acordó establecer en cada edificio un “circuito mínimo accesible”, que asegura, en un principio, que el estudiante discapacitado pueda; entrar, circular, cursar e ir al baño sin ningún inconveniente.
En la UNLP un grupo de 20 personas comenzó a trabajar en el relevamiento, que estuvo acompañado por diferentes talleres, a cargo de la Comisión, en los cuales personas con diferentes discapacidades aportaban sus experiencias y demandas a la Universidad. A partir de este trabajo se estableció un orden de prioridades, con las cuales el área de planeamiento de la UNLP, elevó una carpeta al Ministerio de Educación. “Aprovechamos este oportunidad para generar un espacio de debate en el que se pueda plantear el tema de la discapacidad como una cuestión social, que tiene que ver con la complejidad del humano y a la vez es interdisciplinario.” Contó Sandra Katz
La UNLP es pionera en trabajar y remodelar edificios históricos a favor de los discapacitados. “Que hoy el Rectorado tenga una rampa en el frente de su fachada era impensado hace unos años. Porque en muchos lugares tienen como argumento para no hacer estas obras, el hecho de que los edificios son de patrimonio histórico cultural, Este edificio es un ejemplo de que si hay voluntad y decisión política se puede adecuar, aseguró Katz
“Todavía hay mucho para educar, hay que revertir la mirada, ya que el estado debe ser el que asume esta responsabilidad y la sociedad debe garantizar que todas las personas puedan hacer uso de los bienes culturales. La universidad pública debe ser pública y abierta para todos.”
Para tener información certera, la Comisión Universitaria de Discapacidad organizó jornadas para conocer a fondo qué piden las distintas instituciones de discapacidades a la universidad, de aquí surgieron: accesibilidad y formación profesional, ya que muchas madres planteaban que ellas debían explicarles a los profesionales cuál era el problema de sus hijos. Esos son ahora los dos ejes de los trabajos.
La Plata - La Universidad Nacional de la Plata (UNLP) puso en marcha un programa para asistir y colaborar con la tarea de aprendizaje de los estudiantes con capacidades diferentes. A partir de un primer relevamiento, los responsables del proyecto trabajan desde comienzo del ciclo 2010 con 6 jóvenes sordo mudos a quienes la Comisión Universitaria de Discapacidad de esta casa de estudios les contrató intérpretes para que asistan a todas las clases junto con los estudiantes. La iniciativa prevé que este sostén se mantendrá durante el transcurso de toda la carrera.
A partir de un relevamiento realizado por La Comisión de Discapacidad de la UNLP se puso en marcha un plan para mejorar las condiciones del proceso de enseñanza-aprendizaje y brindar acompañamiento a estudiantes con discapacidades. Por primera vez y a partir de las tareas de difusión previa comenzaron a estudiar en la UNLP 6 estudiantes acúsicos, 2 de ellos en la facultad de Bellas Artes y los otros 4 en Informática, que avanzan sin inconvenientes en el curso de ingreso.
Los 4 estudiantes de Informática, que se encuentran finalizando el curso de ingreso, hasta el momento contaron con una interprete para todos, pero a partir del inicio de las materias regulares van a tener los traductores necesarios dependiendo de los horarios de cursada y materias en las que se inscriban.
La Comisión Universitaria de la UNLP, que está integrada por un representante de cada facultad y colegio de la Universidad, trabaja desde hace 10 años en afrontar las dificultades que se presentan a las personas con capacidades diferentes. Por eso, en consonancia con esta iniciativa en el año 2002 la UNLP participó en la formación de una Comisión Interuniversitaria por la que se pusieron en red 32 universidades publicas del país, con el fin de facilitar el acceso a la información y a su vez compartir las experiencias. Ahora, la UNLP tiene la coordinación de esta comisión.
De esta manera comenzaron los trabajos intensivos para mejorar la situación en todos los aspectos posibles. En primer lugar, la universidad ofreció a los estudiantes acúsicos la posibilidad de cursar toda la carrera con un interprete, aún quienes tengan obra social y también se está analizando la posibilidad de que todos los empleados de la UNLP que atienden al público, conozcan mínimamente el lenguaje de señas para poder guiar y responder las inquietudes de los estudiantes con esta discapacidad.
A su vez se realizan charlas con los docentes y ayudantes. “Muchas veces no saben de que manera abordar a los chicos con capacidades diferentes y esto puede determinar que transiten, sin intención, la discriminación positiva y negativa”, explicó la directora de la Comisión Universitaria de Discapacidad, Sandra Katz.
A partir de estas medidas llevadas a cabo por la UNLP muchos estudiantes se han acercado a solicitar acompañamiento. “Recibimos muchas colaboración del personal de la facultad y del rectorado, se han puesto a disposición nuestra y los chicos se sienten muy cómodos” contó Bibiana Ramírez, interprete de los estudiantes.
Con el trabajo en conjunto se logró instalar la problemática de la discapacidad en la agenda pública y en la Secretaria de Políticas Universitarias (SPU), que se hizo eco de las demandas de la Comisión y apoyó el proyecto con una partida presupuestaria que será destinada a derribar o mejorar las barreras arquitectónicas que impiden el acceso de las personas con dificultades. Se acordó establecer en cada edificio un “circuito mínimo accesible”, que asegura, en un principio, que el estudiante discapacitado pueda; entrar, circular, cursar e ir al baño sin ningún inconveniente.
En la UNLP un grupo de 20 personas comenzó a trabajar en el relevamiento, que estuvo acompañado por diferentes talleres, a cargo de la Comisión, en los cuales personas con diferentes discapacidades aportaban sus experiencias y demandas a la Universidad. A partir de este trabajo se estableció un orden de prioridades, con las cuales el área de planeamiento de la UNLP, elevó una carpeta al Ministerio de Educación. “Aprovechamos este oportunidad para generar un espacio de debate en el que se pueda plantear el tema de la discapacidad como una cuestión social, que tiene que ver con la complejidad del humano y a la vez es interdisciplinario.” Contó Sandra Katz
La UNLP es pionera en trabajar y remodelar edificios históricos a favor de los discapacitados. “Que hoy el Rectorado tenga una rampa en el frente de su fachada era impensado hace unos años. Porque en muchos lugares tienen como argumento para no hacer estas obras, el hecho de que los edificios son de patrimonio histórico cultural, Este edificio es un ejemplo de que si hay voluntad y decisión política se puede adecuar, aseguró Katz
“Todavía hay mucho para educar, hay que revertir la mirada, ya que el estado debe ser el que asume esta responsabilidad y la sociedad debe garantizar que todas las personas puedan hacer uso de los bienes culturales. La universidad pública debe ser pública y abierta para todos.”
Para tener información certera, la Comisión Universitaria de Discapacidad organizó jornadas para conocer a fondo qué piden las distintas instituciones de discapacidades a la universidad, de aquí surgieron: accesibilidad y formación profesional, ya que muchas madres planteaban que ellas debían explicarles a los profesionales cuál era el problema de sus hijos. Esos son ahora los dos ejes de los trabajos.
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